Hacer un recorrido fotográfico por Suiza a través de una selección de sólo tres ciudades sorprendentes no es tarea fácil.

Así que en esta selección ciertamente incompleta tenemos:

- Berna, la capital del país con alrededor de 134 mil habitantes.
Su antigua ciudad, con su patrimonio medieval conservado durante siglos, está inscrita en la Lista del Patrimonio Cultural Mundial de la UNESCO.
Entre sus curiosidades está el Zytglogge, el reloj astronómico que tiene más de 600 años, y a cada hora gatos, bufones y osos bailarines entretienen a los transeúntes.
El Palacio Federal de Suiza, sede del gobierno, incluida la Asamblea Federal y el Consejo Federal, impresiona por su ostentosa arquitectura renacentista.

- Montreux es una ciudad turística tradicional en la orilla noreste del lago Lemán y es conocida por su Festival de Jazz.

El paseo está lleno de vegetación, con muchas flores y árboles mediterráneos, esculturas y grandes edificios de la Belle Époque.
Entre las esculturas se encuentra la de Freddie Mercury, quien vivió allí después de descubrir que estaba enfermo y compuso la canción "A Winter's Tale" para la ciudad.

Otra estatua ilustre es la del compositor Igor Stravinsky (1882-1971), de los autores Nicolai Kusnetsov y Natalia Moromskaya, regalo de Rusia a Montreux.

- Ginebra, una ciudad global, junto con Nueva York, como uno de los centros más importantes de diplomacia y cooperación global al albergar filiales de varias organizaciones como las Naciones Unidas, la Cruz Roja y la UNESCO.

La obra "La Silla Rota", con 5,5 toneladas de madera y 12 m de altura frente a la ONU, del artista suizo Daniel Berset y diseño original de Paul Vermuelen, simboliza el rechazo a la violencia armada contra la población civil en todo el mundo. y, en particular, rinde homenaje a las víctimas de las bombas de racimo y las minas terrestres.

El Jet d'Eau en el lago Lemán es el símbolo de identificación más grande de la ciudad: libera 500 litros de agua por segundo a una altura de 140 m.

El primer Jet d'Eau se instaló en 1886, más abajo, y sirvió como válvula de seguridad para una red hidráulica. En 1891 se reconoció su valor estético, siendo trasladado a su ubicación actual para celebrar el Festival Federal de Gimnasia y el 600 aniversario de la Confederación Suiza.

La versión actual es de 1951, con una estación de bombeo para bombear agua del lago en lugar del sistema de suministro de agua de la ciudad.