Esta ha sido la reina de las islas croatas de Dalmacia desde la antigüedad, debido a su posición estratégica y náutica, ricas épocas históricas y monumentos naturales. Hvar ha celebrado 140 años de turismo organizado y está entre las 10 más bellas del mundo, con inviernos suaves y veranos calurosos con muchas horas de sol.

Es accesible desde Split y a su vez proporciona acceso a las demás islas de la región.

De suelo fértil y abundante agua potable, cuenta con viñedos, olivares, huertas y campos de lavanda en las zonas agrícolas. ¡Un paraíso!

La ciudad principal lleva el mismo nombre que la isla y hay que empezar el día antes que los turistas, al amanecer en la plaza mayor, del siglo XIII, que alberga la Catedral de San Esteban, construida entre los siglos XV y XVII y que da el mismo nombre a la plaza.

La espectacular puesta de sol debe contemplarse desde la Fortaleza Española, construida en el siglo XVI para protegerse de la invasión de los turcos y que lleva el nombre de los ingenieros de la construcción.

Riva es el paseo público en el centro de la ciudad con varios restaurantes y una hermosa vista nocturna de la fortaleza, con la Loggia (City Lodge) del siglo XVI en primer plano, con su arquitectura veneciana y una hermosa torre del reloj del siglo XIX.